Abrir un vino sin sacacorchos

A todos nos ha pasado. Ya sea en una escapada de fin de semana, una tarde de camping, o simplemente visitando a un amigo. Estás listo para disfrutar de una buena botella de vino, pero hay un pequeño inconveniente: ¡no hay sacacorchos! Tal vez lo dejaste olvidado en la cocina o se perdió en el camino, pero lo cierto es que el vino está ahí, esperándote, y no podes abrirlo.

Primero, calma. No te sientas mal, nos ha pasado a todos. Sí, no hay frustración más grande que tener una botella de vino lista para descorchar y encontrarte sin la herramienta adecuada. Pero, afortunadamente, es en estos momentos cuando surge el ingenio humano y, de pronto, cualquier cosa puede convertirse en una herramienta improvisada.

Porque sí, el vino tiene que abrirse, ¡de alguna manera! Si estás pensando en que mejor hubieras traído una botella con tapa a rosca, es demasiado tarde. Ahora es el momento de improvisar con lo que tengas a mano, ya sea un cordón de zapatillas, un trozo de alambre o, en el peor de los casos, un cuchillo.

Aquí te dejo algunos trucos para que no te quedes con las ganas.

Alambre al rescate

¿Tienes un pedazo de alambre por ahí? Si logras encontrar unos 20 centímetros de alambre firme y moldeable, estás hecho. Lo primero es doblar una de las puntas para formar un gancho. Luego, inserta el alambre por el corcho hasta que lo atraviese. Una vez hecho esto, tira con cuidado hacia arriba. Si el alambre es lo suficientemente fino, también puedes intentar pasarlo entre el corcho y el cuello de la botella, y después empujar el tapón hacia afuera. Bonus tip: una percha de alambre también puede hacer el truco si estás en un hotel o casa ajena.

El truco del cordón de zapatilla

Suena improbable, pero un cordón de zapatilla puede salvarte el día. Primero, lava bien un extremo y hazle un nudo firme. Con algún elemento de punta o la parte posterior de una chuchara pequeña, empuja la punta del cordón por el corcho hasta que pase al otro lado. Luego, comienza a tirar del cordón hacia arriba, asegurándote de que el nudo quede por debajo del corcho. Ve despacio, o de lo contrario el cordón se escapará cada vez que tires.

**Falta un sacacorchos, pero sobra un tornillo **

Si la botella tiene un tapón firme, un tornillo y un destornillador pueden ser la solución perfecta. Introduce el tornillo en el corcho, dejando unos milímetros fuera. Luego, con una pinza, tira hacia arriba con cuidado.Con un poco de esfuerzo, el tapón debería salir. Eso sí, asegúrate de que el corcho no esté muy blando o podrías romperlo. Y procura que el tornillo sea más largo que el corcho para que tengas margen de maniobra.

El famoso truco del zapato

Este truco lo viste mil veces en redes sociales, y aunque parece sencillo, tiene sus riesgos. Coloca la botella dentro de tu zapato, a la altura del talón, y golpea con energía contra una pared o el suelo. La presión del líquido y el gas dentro de la botella empujará el corcho hacia afuera poco a poco. Ojo, cuando veas que el corcho asoma, para de golpear y sácalo con la mano; de lo contrario, te arriesgas a un espectáculo de vino volando por todos lados.

Empujar el corcho hacia adentro

Este método es el más sencillo de todos: en lugar de sacar el corcho, lo empujamos hacia adentro de la botella. Puedes usar un objeto firme, como un lápiz, el mango de un cuchillo o hasta tus propios dedos, si tienes fuerza suficiente. Solo asegúrate de hacerlo lentamente, o el vino podría salir disparado. Antes de intentarlo, limpia bien la parte superior del corcho para evitar que caigan partículas en el vino. El corcho flotará en la botella, pero una vez que sirvas un par de copas, se quedará tranquilo.

Lo que no te recomiendo

Lo primero que solemos buscar en situaciones desesperadas es un cuchillo, pero ¡alto ahí! Intentar abrir una botella de vino con un cuchillo es una receta para el desastre. Sujetar la botella con una mano mientras haces fuerza con la otra es un accidente inminente. Un pequeño desliz y podrías terminar con un corte. Lo mismo aplica para tijeras o cualquier otro objeto filoso. Seamos ingeniosos, pero con seguridad.

Algunas personas sugieren calentar el cuello de la botella para que, por dilatación del aire, el corcho se expulse. Es cierto, funciona. Pero también existe el riesgo de quemarte, y si calientas demasiado el vidrio, podrías hacer que la botella explote. Y bueno, nadie quiere un accidente con vidrio y vino caliente.

Popular en redes, el truco del inflador consiste en insertar el pico que se usa para inflar una pelota entre el corcho y la botella. Al bombear aire, el corcho se desliza hacia afuera por la presión. Es una técnica que también puede funcionar, pero si no controlas la cantidad de aire que introduces, existe la posibilidad de que la botella estalle. Y, créeme, una explosión de vidrio y vino no es un lindo escenario.

¿Conocías estas opciones para abrir una botella de vino sin sacacorchos? ¿Tenes alguna para sumar?