Los mejores vinos para llevar a la playa

Con la llegada del verano, las altas temperaturas nos invitan a buscar opciones refrescantes para disfrutar junto al mar. Una copa de vino blanco fresco puede convertirse en el acompañante ideal para un día de playa, especialmente si se disfruta bajo la sombrilla o durante una comida ligera frente a las olas. A continuación exploramos las mejores opciones de vinos para llevar a la playa, sus maridajes perfectos y algunos consejos para disfrutar al máximo de estas delicias estivales. Ya sea un refrescante rosé, un blanco o un tinto, hay un vino para cada ocasión. Eso si, recorda servirlos a la temperatura adecuada para resaltar sus mejores cualidades y acompañarlos con platos que realcen sus sabores.

TIP EXTRA: si podes, busca opciones con tapa a rosca que te van a evitar problemas con el descorche o si tenes que guardarlo.

Rosé: el encanto del color

El vino rosado, con su tono característico, es una excelente opción para los días de playa. Los rosé mantienen equilibrio entre la ligereza y la frescura. Se recomienda servirlo entre 8 y 13 grados, lo que lo convierte en un aliado perfecto para disfrutar bajo el sol. Este vino es ideal para acompañar comidas ligeras como ensaladas o bocados frescos, y su versatilidad lo hace compatible con una amplia gama de sabores. Hoy en Argentina es posible encontrar una gran variedad a partir de Malbec, Cabernet Franc y Pinot Noir mientras que también existen los que combinan algo de vino blanco en el corte definitivo. Todos pensados para refrescar el paladar.

Sauvignon Blanc: compañero refrescante

Si estás planeando un día en la playa, no puede faltar una botella de Sauvignon Blanc en la heladerita. Este blanco, servido frío entre 7 y 9 grados, destaca por sus notas de pomelo, durazno y melón. Su acidez pronunciada y su frescura lo convierten en el maridaje perfecto para ensaladas con pollo, mariscos o incluso frutas frescas. Además, su perfil aromático lo hace irresistible bajo el sol.

Torrontés: flores en la copa

El Torrontés es un vino blanco muy popular en Argentina, apreciado por su frescura e intensidad floral. Con notas frutales, de uvas frescas con flores blancas y una acidez equilibrada, este vino se sirve mejor frío, entre 7 y 10 grados. Es una elección perfecta para acompañar ensaladas, mariscos o frutas frescas en la playa. Su versatilidad y sabor relajante lo hacen una opción ideal para cualquier comida ligera junto al mar. Es de los pocos vinos que pueden disfrutarse con unos hielos sin perder su encanto.

Pinot Noir: una opción ligera para el tinto

Aunque los tintos suelen ser menos populares en la playa, el Pinot Noir es una excepción refrescante. Este vino de cuerpo ligero se sirve mejor ligeramente frío, entre 13 y 15 grados. Sus aromas frutales y su textura suave lo hacen adecuado para maridar con carnes frías, bocadillos o incluso quesos. Una copa de Pinot Noir puede ser una opción deliciosa para aquellos que prefieren un tinto aún en los días más calurosos.