Susana Balbo: 25 años de pasión, audacia e innovación

El camino de Susana Balbo es una historia de primeros pasos valientes que se transformaron en grandes huellas. Hoy, cuando su bodega celebra 25 años, no solo se conmemoran sus logros como enóloga y líder de la industria vitivinícola argentina, sino también la valentía de haber forjado un nuevo estándar de excelencia en el mundo del vino.

La celebración del aniversario, realizada en el Palacio Duhau - Park Hyatt Buenos Aires, fue tan memorable como la historia que representa. En el evento, los jardines se llenaron de aromas y sabores cuidadosamente seleccionados para maridar con los vinos que, a lo largo de un cuarto de siglo, han contado esta historia de sueños y desafíos. Los chefs Flavia Amad y Matías Rouaux llevaron la cocina mendocina a la capital, presentando creaciones que, como los vinos de la bodega, unieron tradición e innovación. Sin embargo, más allá de la sofisticación del encuentro, lo que destacó fue la esencia de Susana Balbo: su compromiso de evolucionar sin olvidar sus raíces. La línea de tiempo presentada a través de etiquetas históricas llevó a los asistentes por un recorrido sensorial que resumía el espíritu de la bodega. Desde la primera cosecha de 1999, pasando por hitos como la llegada de los hijos de Susana al equipo, hasta la reciente apuesta por vinos blancos de guarda, cada botella narraba un capítulo lleno de pasión y esfuerzo.

La mujer detrás de la bodega

Cuando Susana Balbo se graduó como la primera mujer enóloga de Argentina, en 1981, no imaginaba el impacto que tendría en la vitivinicultura nacional. En Cafayate, transformó el Torrontés en un varietal de renombre internacional, desafiando no solo a los estándares técnicos, sino también a los prejuicios de una industria dominada por hombres.

Años después, en 1999, fundó su propia bodega en Agrelo, Mendoza. Con ello, no solo dio vida a un proyecto personal, sino que abrió la puerta a nuevas posibilidades para los vinos argentinos. "Siempre quise que mi trabajo hablara de lo que somos, de nuestra tierra y de nuestra gente", comentó Susana durante la celebración. La incorporación de sus hijos, Ana y José, marcó un punto de inflexión en el legado de la bodega. Ana, responsable de marketing, y José, director de enología, han llevado adelante la visión familiar con nuevas perspectivas. "Somos una bodega moderna dentro de las tradicionales, y tradicional dentro de las modernas", reflexiona Ana, destacando cómo equilibran el respeto por el pasado con una mirada hacia el futuro.

Innovación como brújula

Si algo caracteriza a Susana Balbo, además de su calidad, es la capacidad de reinventarse. La Revolución de los Blancos que impulsa la bodega es prueba de ello. Con vinos que destacan por su frescura y complejidad, han apostado por explorar el potencial de las cepas blancas en el país. "Los blancos son nuestro futuro", afirmó Ana durante el evento. Y no es casualidad: vinos como el Torrontés fermentado en barrica o los blends innovadores han llevado a la bodega a marcar tendencia en una categoría que todavía está escribiendo su historia en Argentina.

Reconocimientos y nuevos proyectos

El ingreso de Susana Balbo al prestigioso Decanter Hall of Fame en 2024 no solo la consagra como una figura clave en la industria global, sino que también es un homenaje a su papel como embajadora del vino argentino. Es la primera mujer sudamericana en recibir este honor, un logro que subraya su impacto como pionera. Pero lejos de detenerse, Balbo sigue explorando nuevos horizontes. Recientemente, inauguró Susana Balbo Winemaker’s House & Spa Suites, un hotel boutique de lujo en Mendoza, y ya planea una nueva propiedad en el Valle de Uco, acompañada de viñedos experimentales dedicados a cepas blancas. "Este es solo el comienzo de una nueva etapa", asegura, con una energía que parece inagotable.

Celebrar la vida en cada copa

Durante el evento, los invitados tuvieron la oportunidad de degustar el Nosotros Library Edition Cabernet Sauvignon 2012, un vino emblemático que simboliza la unión entre tradición y modernidad. También se entregó como recuerdo un Torrontés 2017, reafirmando el compromiso de la bodega con esta cepa nativa. El cierre de la noche estuvo acompañado por la soprano Sara Fleming, quien interpretó un repertorio que, como los vinos de Susana Balbo, trascendió fronteras. Desde La vie en rose hasta tangos argentinos, cada nota celebró la riqueza cultural que inspira a la bodega.

Un legado que inspira

Susana Balbo no solo celebra 25 años de historia, sino también de sueños cumplidos, de riesgos asumidos y de un profundo amor por la tierra y su gente. Cada botella cuenta una historia, no solo de técnica, sino de pasión, esfuerzo y comunidad. Para quienes conocen la trayectoria de Susana Balbo, el futuro de su bodega no es más que una extensión natural de su visión: crear vinos que reflejen lo mejor de Argentina, pero que también se conecten emocionalmente con quienes los disfrutan. Porque, al final, como ella misma dice: "El vino no solo debe ser bueno, debe contar una historia".