Descubrí el mundo de las catas verticales

Cuando te sumergís en el mundo del vino, de golpe descubrís que los matices de los vinos son la clave que seduce a los enófilos. Sucede que cada atributo que un vino nos puede brindar es determinante para su identidad y carácter. Por esto mismo, identificar y comprender estos matices es muy importante, no solo para evaluar la calidad de un vino sino también para pulir nuestro paladar y así saber cuáles son los vinos que más nos gustan y por qué.

La mejor manera para descifrar el ADN de los vinos es, luego de estudiar la teoría y las técnicas de elaboración, dedicar mucho tiempo a catar la mayor cantidad de vinos posibles. Siempre prestando atención para captar las más sutiles diferencias. Lógicamente que esto lleva tiempo, pero con compromiso y entusiasmo no es difícil de lograrlo.

Existen muchos tipos de catas. Por ejemplo,** la cata a ciegas** es la mejor herramienta para agudizar nuestros sentidos. Solo demanda entregarnos a nuestros sentidos y comenzar a identificar aromas, texturas y sabores. En este primer paso podremos aprende las características de cada varietal o diferentes tipos de vinificación.

Luego, es posible practicar muchos otros tipos de cata, como las catas verticales.

¿Qué es la cata vertical?

Imaginá este escenario: estás frente a una selección de un vino de una misma bodega, pero cada uno proviene de un año diferente. Esto es lo que llamamos una cata vertical. ¿Qué tiene de especial? Te permite explorar por un lado la evolución de ese vino a lo largo del tiempo. Pero no solo el envejecimiento sino también los cambios en las técnicas de vinificación utilizadas, la composición u origen de las uvas si es que no siempre fue el mismo.

Luego, esta es la mejor cata para comprender el efecto de cada añada. Si nos encontramos ante el mismo vino, elaborado por el mismo productor desde un mismo viñedo y solo cambia el año de cosecha, esto nos permitirá comprender cuánto influyó el clima en el resultado final. Así exploraremos los matices que aporta un año cálido versus uno fresco o uno lluvioso ante un año seco. Incluso, a**prender de estos detalles nos será de utilidad para elegir qué vinos conviene guardar y cuáles descorchar temprano. **

¿Existe la cata horizontal?

Claro que si. En este caso se trata de contrastar vinos de un mismo año pero de diferentes productores o regiones. Aquí, la intensión es descubrir cómo las características de una añada se expresan en cada zona, en cada cepa y cómo logra enfrentarlas cada productor. Así se aprende qué tipo de cosecha le sienta mejor a cada región, a las diferentes cepas y también son geniales para descubrir la habilidad de los enólogos ante las condiciones naturales.

¿Te animas a organizar estas degustaciones?

Si te tienta aprender cada vez más y enfocarte en estos detalles lo que debes hacer es poner manos a la obra y conseguir diferentes añadas de un mismo vino para una vertical e idealmente catarlos desde las botellas más jóvenes a las más añejas.

Si deseas realizar una cata horizontal, lo recomendable es conseguir vinos de dos añadas diferentes de tres vinos distintos y averiguar las características de la añada para cada caso. Luego queda contrastar los resultados de la cata y vincularlos con las características del año.