Tintos de culto para aggiornar el paladar

Como sucede en el arte, la música y otras actividades que generan fascinación entre sus seguidores, en el mundo del vino hay etiquetas que marcan a fuego la historia. Con el tiempo, estas referencias se convierten en vinos de culto que los paladares más entrenados adoptan como referencias indiscutidas. Hoy, nuestra vitivinicultura cuenta con muchos vinos de culto que ayudaron a consolidar la imagen del vino argentino en el mundo mientras que nuevas etiquetas ya se perfilan para sumarse a esta elite enológica. La Selección Insignia de mayo está inspirada en estos vinos con una de las etiquetas más celebradas del país, un tinto novedoso con esencia de grand cru y otro que promete convertirse en un faro de una región histórica.

Angélica Zapata Malbec Alta 2019 de Catena Zapata es un clásico que posicionó al Malbec entre las cepas más importantes del planeta. Para este vino, Alejandro Vigil combina uvas de Lunlunta (Maipú), Agrelo (Luján de Cuyo), Altamira y Gualtallary (Valle de Uco), una formula que resulta en una expresión clara de malbec mendocino. Criado 18 meses en roble francés, 50% nuevo, es violáceo intenso con reflejos morados y aromáticamente complejo con frutos rojos y negros maduros, matices especiados del roble y dejos ahumados que luego son protagonistas en boca. Su ataque es amplio con dejos lácticos y de caramelo, buen cuerpo y taninos pulidos que sentencian un final largo y sostenido.

Finca Flichman Single Parcel Altamira 2021 es un novedoso malbec que forma parte de una línea de vinos desarrollados por Rogelio Rabino a partir de cuatro viñedos que la bodega posee en Mendoza. En este caso las uvas provienen de la Indicación Geográfica Paraje Altamira, uno de los terroir más importantes del país. Para dejar en relieve el carácter del lugar, el vino es criado 12 meses en toneles de roble francés de 2000 litros y se presenta rojo violáceo profundo mientras que en nariz resulta refinado con una aromática austera donde se aprecian frutos rojos fresco como cerezas, moras y arándanos con hierbas de montaña. En segundo plano hay un sutil dejo de confitura de frutos negros con fondo terroso. De paladar pleno, es jugoso con frescura intensa. Se afirma con buen peso y taninos finos, final largo con regusto fragante.

San José, es uno de los terruños más interesantes de Tupungato, donde existen muchos viñedos añosos que permiten elaborar vinos muy especiales. Conocedor de esta región, Philippe Caraguel creo su Clos Abanicos, una línea de vinos que ofrece Abanicos Assemblage Terroir San José 2019 que combina en partes iguales Cabernet Franc y Merlot que cría por un año en barricas francesas de segundo uso. Es un tinto rojo rubí brillante, complejo y muy elegante con un acertado uso del roble, muy equilibrado con los frutos y tonos herbales de montaña. Hay buen caudal de cerezas, moras, casis y regaliz. Hay dejos de clavo de olor, canela y vainilla. En boca es imponente, fluye armónico llenando el paladar con sabor frutal y de especias. Es denso y sabroso con taninos pulidos que se lucen es un largo final.