El Hijo Pródigo
Alessandro Speri pertenece a una familia que hace vino desde 1876, convirtiéndolo a él y a sus hermanos en la quinta generación de bodegueros.
Fue su abuelo quien emprendió en Valpolicella, al norte de Verona, esta empresa que se transformaría en una forma de vida para sus hijos, nietos, bisnietos y los que siguieron y seguirán.
Luego, en el año 1908 comenzaron los premios para aquella bodega iniciada con esfuerzo.
Más tarde llegó la tecnología y las innovaciones, que provocaron cambios, entre otras cosas, en los sistemas de conducción de algunos varietales, que mejoraron ampliamente su calidad, su maduración y la salud de la planta con este cambio.