Color rojo con reflejos violáceos, profundidad media. De movimientos ligeros y brillo intenso.Sus aromas delatan a la gran cepa argentina con nitidez y certeza. Aromas de frutos rojos frescos, flores (violetas) secas y dejos terrosos. El roble brinda calidad sin opacar los impecables aromas de la fruta joven.Fresco y sedoso, de paso amable. Muy fácil de beber, taninos redondos y dulzones. Persistencia media con un notable perfil frutoso que queda impreso en boca por muchos minutos.Conclusión: un clásico que cosecha tras cosecha demuestra una impecable consistencia en su calidad y sabores. Gran definición del Malbec argentino del siglo XXI.

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