Como país productor de vinos de montaña, Argentina ha desarrollado un carácter muy especial para sus distintos vinos, gracias a la combinación de variedades y terroir. Esta misión, en principio, fue posible gracias al malbec, que se convirtió en una herramienta clave para comprender las particularidades que aporta cada lugar y cómo la altitud incide en el perfil de los vinos. En Mendoza, donde los viñedos se ubican entre los 600 y 2000 metros sobre el nivel del mar, la variedad de expresiones para el malbec es asombrosa, como lo demuestra nuestra Selección Puro Malbec de julio, que presenta dos vinos de rincones muy diferentes: San Rafael y Gualtallary.
Desde el Valle de Uco, a gran altitud, encontramos el Domaine Bousquet Reserve Malbec 2020, elaborado con uvas orgánicas de Gualtallary, a 1200 metros sobre el nivel del mar. Aquí, el sol marca una maduración precisa, conservando una buena frescura, lo que resulta en un malbec de montaña tenso y jugoso, de color rojo violáceo profundo con matices morados. Ofrece un perfil complejo, donde los frutos rojos se aprecian nítidamente junto con las hierbas de montaña y las especias aportadas por la crianza en barrica, junto con detalles ahumados. En boca, presenta buen cuerpo y musculatura, fluyendo denso y frutal con taninos firmes que definen su personalidad. Posee una longitud refrescante.
En cuanto al Huarpe Reserva Malbec 2020, también elaborado con uvas de Gualtallary, podemos apreciar que la interpretación de José Hernández Toso nos ofrece un vino potente y expresivo, de color violáceo brillante con reflejos granate. Aromáticamente, se presenta como un típico malbec de altura, con notas de cerezas, guindas y ciruelas, acompañadas de tonos de tomillo y hierbas, así como tonos tostados del roble que lo adornan. En boca, es intenso, con buen cuerpo y carácter, repitiendo sabores frutales con una rica frescura y jugosidad. Sus taninos firmes marcan un final prolongado.
POR MES
2 botellas
$27220
4 botellas
$48700