El inagotable malbec

Hace unos años habíamos creído conocer todos los perfiles de malbec posibles en los terruños de Argentina, pero estábamos muy equivocados. Constantemente, el varietal más cultivado del país nos demuestra que siempre le queda una as en la manga para sorprendernos, ya sea desde los rincones más clásicos de la vitivinicultura local como de regiones novedosas o redescubiertas. Y aunque parezca mentira las sorpresas pueden llegar de la mano de productores que creíamos conocer de memoria. 

Justamente, la Selección Puro Malbec de enero 2023 de BONVIVIR recurre a un malbec elaborado por una de las bodegas más clásicas del país y a otro proveniente de un paraje histórico que por muchos años estuvo olvidado. 

El Valle de Calingasta es un bastión histórico de la vitivinicultura de San Juan que hoy atraviesa un momento de gloria. Redescubierto hace una década de la mano de sus antiguos viñedos de cepas Criollas, hoy ofrece un nuevo perfil de vinos gracias a sus condiciones naturales entre las que se destaca una altitud que puede trepar hasta los 2000 metros. Desde aquí, Federico Isgró obtiene las uvas que utiliza para Alma De Rey Malbec 2022, vino del que cría 20% en huevos de hormigón, 20% barrica y el resto en tanque de acero. Este trabajo le permite dar con un tinto de color rojo rubí con tonos púrpura y violáceos que se expresa intenso con buen caudal frutal fresco, primario y nítido. Se destacan las ciruelas y arándanos frescos con trazos de confituras y hierbas. En boca es fluido, envolvente y fragante. Cuerpo medio, rica frescura y jugosidad. Final largo con recuerdo frutado. 

Mientras tanto, Bodega López presenta en esta ocasión un aggiornado Chateau Vieux Malbec Reserva 2019que fue criado por 12 meses en toneles de roble francés de 2500 y 5000 litros. De color rojo rubí con reflejo granate, es aromáticamente complejo con tonos de frutos rojos maduros y ciruelas pasas sobre tonos de membrillo, especias y hoja de tabaco. En boca despliega cuerpo medio mientras fluye dócil y equilibrado. Los taninos son redondos, amables. Final largo y afirma un recuerdo herbal y especiado. Sin dudas un vino en plena transición y que nunca dejará de ser un clásico.