Nunca antes, la vitivinicultura argentina nos ofreció vinos tan increíbles como los que disfrutamos hoy. Y si nos enfocamos en los segmentos más sofisticados podemos notarlo con mayor nitidez. Ya sea por creatividad, exclusividad o elegancia, el país ofrece numerosos estilos de vino que se imponen con su carácter diferencial para contar, cada uno, su propia historia.
Para el mes de septiembre, en nuestra Selección Insignia, justamente seleccionamos tres vinos mendocinos que nos transmiten la esencia del origen, pero también la identidad de quienes los elaboran.
Esta creación de Alejandro Sejanovich que sorprende por su tensión es Buscado Vivo o Muerto El Manzano 2019 nace en Los Chacayes, Valle de Uco, y se trata de un Malbec cofermentado con Cabernet Franc y Petit Verdot que recibe 14 meses de crianza en barricas usadas mientras que solo el 22% pasa por barricas nuevas. Es rojo violáceo radiante y profundo, en nariz propone un perfil complejo y muy elegante con notas de cerezas frescas, moras y arándanos con tonos herbales y de especias. La crianza suma dejos de tabaco y cacao. Copa el paladar con buen cuerpo de frescura tensa mientras fluye lineal y vibrante. Es sabroso con taninos finos que lo afirman en su final prolongado.
Francisco Puga es uno de los winemakers más destacados de lo Valles Calchaquíes y entre sus grandes vinos se encuentra Laborum De Parcela Tannat Finca Rio Seco 2020, de El Porvenir de Cafayate. Es un Tannat proveniente del Valle de Cafayate criado 12 meses roble (50% nuevas 50% usadas) de color rojo rubí profundo con notas de frutos negros como ciruelas, moras y arándanos junto a trazos especiados y herbales junto a un dejo mineral. En boca es pura armonía con buen peso y untuosidad, rica frescura, taninos pulidos con buen agarre y final prolongado. Es un vino muy especial para paladares entendidos.
Mientras tanto, la joven Agustina Hanna comparte uno de sus más reciente vinos, Ruca Malen Capítulo Tres Malbec de Ánforas 2021 un tinto enérgico de textura deliciosa y envolvente que elabora con uvas de Gualtallary, Valle de Uco, y cría 10 meses en anáforas de concreto. Es rojo violáceo intenso y brillante con aromas de frutas rojas y negras, té negro, hierbas de montaña y dejos terrosos. En paladar es intenso y vigoroso con frescura jugosa y taninos sólidos con textura de tiza. El final es largo.
POR MES
3 botellas
$116220