Vinos con sabor de lugar

El carácter del terroir se impone cada día más en los vinos argentinos. Desde el paisaje hasta la tradición, todos los aspectos del origen resultan clave para lograr vinos francos con personalidad. Afortunadamente, en Argentina hay mucha experiencia enológica que se ha transmitido de generación en generación y logra moldear la identidad de cada terruño junto a las características naturales del entorno. La Selección Insignia BONVIVIR de enero nos ofrece un recorrido por tres regiones muy tradicionales de nuestra vitivinicultura que lograron reconvertirse con grandes vinos en los últimos tiempos: San Rafael y Barrancas en Mendoza, y el Valle de Calingasta en San Juan.

Funckenhausen Vineyards Kurt Heinlein Malbec 2018 de San Rafael, Mendoza, es elaborado por Jimena López con uvas de un interesante viñedo de 25 de Mayo. Se trata de ícono de Funckenhausen Vineyard y es criado 20 meses en barrica de roble francés de primer uso más 36 meses en botella. Complejo y opulento, es violáceo concentrado, profundo y brillante. Aromáticamente hay un perfil de crianza marcado con notas de vainilla, incienso y clavo de olor que dan paso a una fruta roja madura. En paladar es fluido y envolvente, algo cálido y goloso. Intenso y firme, su final es largo y sabroso.

En cuanto a Weinert Cabernet Franc 2019, es uno de los vinos que imprime un nuevo impulso a Bodega y Cavas De Weinert, donde Hubert Weber y Rodolfo Dhuin seleccionaron uvas de Barracas, Maipú, para esta etiqueta de carácter clásico y equilibrado. Criado 30 meses en toneles de roble francés, es un tinto rojo rubí profundo con matices violetas. Muy expresivo con buen caudal de fruta negra madura, especias, hierbas de montaña y tonos tostados de la crianza. En boca es amplio y carnoso con buen peso y estructura. Taninos firmes, pulidos. Final largo y firme.

Los Dragones Malbec Partida Única 2022 es un tinto exótico, proveniente del Valle de Calingasta en San Juan. En este caso particular, Andrés Biscaisaque combina uvas de Paraje Hilario, Sorocayense y Barreal Norte que fermenta con levaduras nativas y en tanques de concreto. Criado por 10 meses en huevos de hormigón y barricones, es violáceo intenso con tonos rubí. Profundo y puro de expresión frutal intensa que recuerda a cerezas, grosellas y arándanos con tonos minerales y terrosos. En boca es envolvente y tenso con rica fruta y energía en centro de paladar. Taninos finos y final sabroso.