Sofisticación y energía

El conocimiento profundo del terroir es la clave que permite crear vinos cada vez más precisos, aquellos que logran capturar la esencia auténtica de su origen y transformarla en una experiencia única. Esta es la característica distintiva que eleva a los grandes vinos por encima del resto. ¿Por qué? Porque es la energía del lugar la que moldea el carácter de un vino, y es la interpretación maestra de enólogos y enólogas la que convierte esa energía en identidad. Alcanzar este estatus de distinción es lo que nos impulsa a reservar vinos verdaderamente especiales para la Selección INSIGNIA de BONVIVIR que en enero presentará tres etiquetas extraordinarias.

Gustavo Rearte es el creador de Achaval Ferrer Appellation Luján de Cuyo Malbec 2020, un Malbec de exquisita tipicidad regional donde se combinan uvas de Las Compuertas, Vistalba, Perdriel y Agrelo. Criado en barricas de roble de segundo uso, es de color rojo violáceo brillante y en nariz frutado con tonos de ciruelas, moras y arándanos sobre violetas y fondo cítrico. Hay claras notas del roble y las especias de la crianza que anticipan una profunda aromática herbal y frutada. En boca es potente con centro de boca jugoso de cuerpo medio. Un malbec con mucha tipicidad y expresión frutal. Taninos pulidos, final largo.

Mientras que, desde San Juan, Germán Buk nos acerca la última edición del Finca Las Moras Gran Syrah 2019, un tinto profundo y tenso que fue criado en barricas de roble francés durante 15 meses y luego estibado en cava por otros 8 meses a temperatura controlada. Es rojo rubí brillante con una aromática compleja de frutos negros, especias, balsámicos y cuero con fondo terroso. El roble suma ahumados y especias dulces. Al paladar es sabroso e intenso con rica acidez que define una frescura penetrante. Es franco con taninos mullidos y final largo.

Por su parte, Angelina Yañez propone Lamadrid Single Vineyard Gran Reserva Cabernet Franc 2017, un vino reconocido por su elegancia y que nace en Agrelo, Luján de Cuyo. Criado 18 meses en barricas de roble francés (60% de primer uso y 40% de segundo), es rojo rubí concentrado y brillante. Su aromática es compleja con tonos de frutos rojos y negros, especias, hierbas silvestres y ahumados. Al paladar resulta amplio, con rica frescura y jugo. Taninos redondos y regusto herbal.