Tintos elegantes con energía

Elaborar un gran vino implica respetar el origen y no solo se trata de cuestiones geográficas, sino también del trabajo de quiénes cuidan la viña y las uvas. Si este paso se respeta, el resto del camino hacía un vino memorable no debería ser difícil. Pero, en el mundo de los vinos, mejor que decir es descorchar y, sin dudas, las etiquetas de la Selección Insignia de abril nos permiten demostrar que esto es cierto. Para comprobarlo contamos con tres tintos enormes que exprimen toda la energía de los viñedos de montaña.

Corazón Del Sol Malbec 2018 es obra de Cristian Moor, chief winemaker de esta referentes de la nueva vitivinicultura de Los Chacayes, Valle de Uco. Bendecido por una excelente vendimia, fue criado por 12 meses en barricas de roble francés y es así que logran un Exquisito exponente de esta región emergente de Mendoza. Es rojo violáceo brillante y aromáticamente herbal con fruta roja confitada en segundo plano junto a trazos lácticos y una impronta especiada compleja que da cuenta de un buen trabajo del roble. Es envolvente con buen cuerpo hacía un final sabroso e intenso con acidez refrescante y taninos finos.

Tomas Hughes es el encargado de combinar uvas Malbec, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Tannat de viñedos que Finca Decero posee en Agrelo, Luján de Cuyo, para dar vida a The Owl And The Dust Devil Icon Blend 2019. Criado por 18 meses en barricas de roble francés resulta un tinto enérgico y sabroso tinto con inconfundible identidad de lugar. A la vista es rojo rubí profundo con reflejos purpura mientras que en aromas se presenta profundo y elegante con un abanico interminable de frutos rojos y negros confitados, especias como clavo, canela, jengibre y vainilla sobre un fondo ahumado intenso. En boca es opulento y sabroso con frescura lograda. Es carnoso con buen cuerpo y taninos pulidos aunque firmes. Final largo muy expresivo.

Finalmente, Pasionado Cuatro Cepas 2019 de Andeluna es un corte de Gualtallary, Valle de Uco, para el que Manuel González Bals utiliza Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot y Cabernet Franc. Cada uno de estos varietales fue elaborado individualmente y añejado en barricas de roble francés durante 12 meses, del assemblage final surge este tinto de color purpura brillante con reflejos violáceos que aromáticamente arrasa con un elegante aporte del roble con especias y ahumados sobre el perfil frutado de confituras y flores con dejos de hierbas de montaña. En boca es intenso y caudaloso. Despliega buen cuerpo junto a una agradable frescura y taninos finos, pulidos que sirven para afirmarlo en su final prolongado y expresivo.