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Clásicos de siempre

A pesar de las tendencias y estilos que atravesó el vino argentino en los últimos años hay variedades que siempre nos regalan buenos resultados en la copa. Atentos a esto acudimos a tres que supieron ser pilar de la industria en otros tiempos y que aún hoy, cada una con un presente diferente, aseguran un buen descorche.

En primer lugar pensamos en Malbec y en este caso el representante de nuestra cepa emblemática es Melipal Malbec 2011 una etiqueta consagrada en el mercado internacional que aggiornar junto a tantas otras la imagen de los vinos argentinos en el mundo. De estilo moderno y a la vez típico cuenta con la aromática frutal característica de Luján de Cuyo y un paladar jugoso que le permitieron ganarse un lugar entre los clásicos Malbec.

Mientras tanto con el Cabernet Sauvignon sucede que esta todo por contarse ya que hoy se presenta como una de las promesas de la industria con un presente para destacar. Considerado el segundo varietal favorito de los argentinos por sus elegancia y estilo el Cabernet nos sorprende por su versatilidad ya que los hay modernos y tradicionales. El Gouguenheim Reserva Cabernet Sauvignon 2011 se ubica entre los modernos con carácter por su paladar sabroso. Un tinto que puede disfrutarse joven o bien esperar unos años en botella. Un estilo de Cabernet Sauvignon con el que Argentina ha comenzado a dar que hablar en el mundo.

Para el final pensamos en un clásico que hoy resiste ante el avance de las variedades novedosas y no tradicionales que marcan tendencia. Hablamos del Merlot, un vino al que le sobra historia en el país y que muchos están dispuestos a recuperar. En esta senda se ubica Sottano Merlot 2013 con un fluir joven, fresco y vibrante que llena el paladar con una textura jugosa de buen sabor. Una tinto que demuestra que los clásicos nunca pasan de moda.

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