Cabernet Sauvignon, la apuesta segura

Mientras ya nadie discute el protagonismo del Malbec como gran exponente de los vinos argentinos el debate central es acerca de cuál vino debe ser su ladero. En este sentido los tintos de Cabernet Sauvignon tienen un gran ventaja respecto al resto. Básicamente porque se trata de un clásico de la enología argentina además de un favorito de los consumidores locales. Esto da cuenta de una historia y conocimiento de los enólogos locales a la hora de aprovechar su potencial. Pero más allá  de su historia, el Cabernet argentino goza de una actualidad notable gracias a la influencia de los terruños de altura que con su clima moderado definen un estilo cada día más elegante.

Un exponente que se destaca es Achaval Ferrer Cabernet Sauvignon 2014, tinto que cautiva con su perfil herbal y refrescante con tonos mentolados y buena fruta negra. Paladar sabroso con buen jugo y vivacidad. Un cabernet para descorchar en compañía de buenas carnes o atesorar unos años en cava.

Quienes gustan del estilo tradicional pero de buen cuerpo e intensidad, Susana Balbo Signature Cabernet Sauvignon 2012 es una etiqueta ideal. De buena tipicidad y expresión, reúne los descriptores típicos donde se aprecia cassis, moras, cacao, clavo de olor, hierbas aromáticas secas junto a  tonos de crianza bien integrados. Carnoso y vibrante con textura amable y final prolongado. Un gran vino para paladares modernos pero que también sabrán disfrutar los más conservadores.

La selección Alta Gama Aniversario Septiembre 2016 contiene:
2 botellas de Achaval Ferrer Cabernet Sauvignon 2014
2 botellas de Susana Balbo Signature Cabernet Sauvignon 2012