<p>Finca Suarez es un emprendimiento familiar. Producimos vinos únicamente con uvas propias de Paraje Altamira, nuestro lugar en el mundo desde 1921.<br />
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Nuestro proyecto se desarrolla en las tierras que a principios del siglo pasado eligió nuestro abuelo, el ingeniero Leopoldo Suarez. Por cuatro generaciones venimos trabajando y relacionándonos con este hermoso lugar, pasando buenas y malas seguimos adelante con un fuerte sentido de pertenencia y respeto por esta tierra.</p>


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Finca Suárez

Finca Suárez Chardonnay 2017

Chardonnay intenso y vibrante. 


¿Aburrido de los planes de siempre? Imaginá una noche en la que, en lugar de resignarte a la carta de vinos del restaurante, llegás con tu propio tesoro enológico bajo el brazo. Suena atrevido, pero **cada vez más winelovers se animan al descorche** – el famoso BYOB (Bring Your Own Bottle) como le dicen en USA y Europa – y muchos restaurantes lo permiten. 

Esta práctica, popularizada en los 70 en USA, desde hace años gana adeptos en la Argentina, donde hasta **hace poco era impensado cenar con vino propio.** Veamos de qué se trata y cómo hacerlo sin que te miren con cara rara.

## **¿Por qué llevar tu propia botella?**

Es un antídoto contra los sobreprecios del vino en muchos menús: ya en 2014 se predijo que el BYOB triunfaría como respuesta a listas de vino impagables. Además, muchos enófilos atesoran botellas especiales esperando la ocasión perfecta. **¿Tenés un vinazo guardado para un momento único y querés lucirte? ¿La comida de tu restaurante preferido es excelente para acompañarlo?** Son razones más que válidas para animarse al descorche.

Llevar tu vino, además, vuelve la velada más personal. Incluso, en restaurantes de alta cocina, a veces el cliente avisa qué botella llevará y el chef sugiere platos al dedillo para maridarla. Es habitual compartir la historia detrás de ese vino y **convidar una copa al sommelier o al chef en señal de agradecimiento.** Así, el descorche se convierte en un ritual compartido, más que en un simple ahorro.

## **Reglas de oro para un descorche exitoso**

1.	**Consultá antes:** No des por sentado que el local permite descorche. Al reservar, **preguntá si lo admiten y cuál es la tarifa.** No todos lo ofrecen (están en su derecho de negarse), así que evitá sorpresas llegando con la botella en mano.

2.	**Elegí un vino especial:** no lleves un vino muy popular ni una etiqueta que figure en la carta. **La gracia es descorchar algo único o difícil de conseguir**, que realmente valga la pena pagar el servicio.

3.	**Presentación cuidada:** Nada de andar abrazando la botella. Llevála en un estuche o una bolsa sobria, la idea es entrar con discreción y estilo, como quien lleva un regalo.

4.	**Cortesía en la mesa:** Entregá tu vino al sommelier para que lo trate como uno de la casa. Ofrecé una copa al sommelier o encargado como agradecimiento, y **considerá pedir algo extra (aperitivo o postre) para apoyar al local.** Estas gentilezas pueden lograr que hasta te “perdonen” el descorche.

5.	**Aceptá el descorche:** Asumí el costo con buena cara. **Suele equivaler al vino más barato de la carta**, a cambio de copas impecables. No lo veas solo como un gasto: pensá que pagás el peaje para disfrutar tu joya vinícola como se debe.

6.	**Sin vergüenza:** La primera vez quizá te sientas observado –miradas curiosas, algún mozo desconfiado–, pero al rato todos querrán saber qué vinazo trajiste. Hoy llevar tu botella no se ve mal; al contrario, **habla de vos como un entendido**. Y si sobra vino, déjalo para que lo disfruten en el local. 

El descorche llegó para quedarse entre los amantes de la buena vida. Con un poco de planificación podés llevar tu botella sin problemas y convertir la salida en una experiencia extraordinaria. Al final, compres de la carta o lleves tu vino de casa, lo importante es brindar y pasarla bien.


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Descorche: ¿llevarías tu vino al restaurante?

Cada 20 de julio surge el mismo dilema: ¿hacemos algo tranquilo o caemos, otra vez, en la juntada con empanadas de delivery y cerveza comprada a último momento?

Si tus amistades son de las que celebran la buena vida con una copa en la mano, este puede ser el año en que el brindis se convierta en protagonista del Día del Amigo.

Te compartimos **cinco ideas originales para convertir la juntada en una verdadera celebración sensorial.** De esas que se recuerdan y se convierten en anécdota.

## **Cata a ciegas**

Cada uno trae una botella, se cubren las etiquetas con papel o fundas oscuras, y se sirven en ronda. Nadie sabe qué está tomando, pero todos creen que pueden adivinarlo. Y ahí empieza la magia: aromas que desconciertan, debates acalorados, egos que tiemblan. Lo más divertido no es acertar, sino ver cómo se derrumban las certezas cuando alguien confunde un blend con un Malbec.
**Solo necesitás copas idénticas, papel para notas y un grupo dispuesto a reírse de sí mismo.**

## **Cata vertical**

Bastan tres (o más) añadas del mismo vino para montar una experiencia que revela cómo una etiqueta evoluciona con los años. La acidez que se afina, los taninos que se redondean, el color que vira lentamente. **Es una experiencia ideal para compartir con amigos que tengan botellas guardadas o que sepan dónde encontrarlas.**
Si además alguno conoce las diferencias de cada cosecha, el plan se eleva a nivel experto.

## **Cena con maridaje**

Hay amistades que se gestan en la sobremesa, y otras que se consagran en una cena con buenos descorches. Diseñar **un menú temático con vinos pensados para cada paso** puede ser una obra de arte colectiva. Se puede elegir una región, un estilo de cocina, o incluso algo más libre como “platos que representan a cada integrante del grupo”.

Con un poco de coordinación, no hace falta que nadie se esclavice en la cocina. Basta con ganas, organización, y ese amigo que siempre pone copas lindas.

## **Cata de whiskies**

Para quienes disfrutan explorar más allá del vino, **una cata de whiskies puede abrir un universo de sabores y anécdotas**. Escoceses turbados, bourbons cremosos, japoneses minimalistas. Cuatro o cinco etiquetas bastan para dar la vuelta al mundo en vaso corto. La idea es **probar, comparar, y dejarse llevar.**

No hace falta saber mucho: con tener **hielo, agua, frutos secos y algo de pan, la experiencia se arma sola.** Lo importante es compartir el descubrimiento. Y, claro, recordar que el whisky también se escucha: ese silencio respetuoso después de un buen trago vale más que mil reseñas.

## **Clase de coctelería**

Si el grupo es más inquieto, una clase de coctelería casera puede ser el plan estrella. Ya sea contratando un bartender o siguiendo un tutorial con estilo, **preparar tres o cuatro cócteles clásicos es excusa suficiente para soltar la rutina y liberar al bartender interior.**

Gin tonics con pepino, negronis balanceados, spritz que no parezcan soda. Los ingredientes se consiguen fácil, y las risas están garantizadas. Porque en el fondo, de eso se trata: de jugar, probar y brindar con alegría.


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Día del Amigo: ideas originales

El 7 de julio, Día del Chocolate, no solo se celebra el ingrediente más adictivo de la gastronomía occidental, también es una excusa perfecta para juntar **dos placeres que no siempre se dan la mano, pero cuando lo hacen… explotan: vino y chocolate.**

Ahora, seamos sinceros. Esto no es Hollywood. **No todos los vinos combinan bien con chocolate**, y no todo chocolate está hecho para el vino. Pero cuando el match es bueno, es como escuchar un viejo vinilo viejo en un sillón mientras afuera llueve (o nieva). 

## **Vino y chocolate, ¿mito o realidad?**

No, el vino no va con todo tipo de chocolate. Pero sí puede **resaltar sabores, crear texturas nuevas** y hasta darle un giro inesperado a una sobremesa invernal. La clave está en la intensidad, el contraste y en animarse a probar sin prejuicios ni reglas sagradas.

## **¿Por qué no es tan fácil maridar chocolate y vino?**

El chocolate es intenso, tiene amargos, dulzores, grasas, especias, frutos secos y a veces picante o sal. **Un mal maridaje puede hacer que el vino parezca agrio o el chocolate, empalagoso.** Pero si afinamos el paladar, hay combinaciones que merecen un monumento.

Y sí, en el mundo hay clásicos como Oporto y chocolate negro, o Banyuls con trufas. Pero ¿qué pasa si lo pensamos en clave argentina? 

## **Cuatro maridajes para entrar en calor**

**Chocolate amargo 70% + Malbec dulce natural**
Ese chocolate que se derrite con drama necesita un vino con carácter pero también dulzor. Pensá en un Malbec dulce de cosecha tardía o incluso un fortificado al estilo de Oporto. **La fruta negra y la redondez del Malbec hacen todo perfecto.**

**Bombón de praliné de avellanas + Pinot Noir**
La elegancia de un Pinot (de Río Negro o Neuquén, mucho mejor) va bárbaro con la textura cremosa de un bombón como el que ofrecía en embajador en la publicidad. Es un ida y vuelta entre fruta roja fresca, notas tostadas y el glamour que solo aporta el Pinot.

**Chocolate con sal marina y almendras + Bonarda** 
Sí, leíste bien. La sal y la grasa de las almendras activan los sabores frutales y especiados de un buen Bonarda. **Este combo es pura personalidad:** inesperado, algo rústico, pero tremendamente adictivo.

**Chocolate blanco con maracuyá + Torrontés de altura**
El Torrontés salteño, con sus perfumes florales y notas cítricas, es el aliado secreto del chocolate blanco (tan dulce que a veces empalaga). Si viene con maracuyá o limón, **el vino lo equilibra y lo levanta.** 

## **Fondue de chocolate para noches con bufanda**

Una fondue de chocolate es una idea fácil y perfecta para compartir en casa junto a una buena copa de vino. Acá te dejamos una versión simple, con toque local:

**Ingredientes:**
200 g de chocolate semiamargo
100 g de chocolate con leche
150 cc de crema de leche
1 copa de Malbec dulce 
Frutas (banana, frutilla, uvas), bizcochuelo, trozos de pan de especias o frutos secos.

**Preparación:**
Derretí los chocolates a baño maría con la crema.
Sumá el Malbec o licor y mezclá hasta que quede espeso.
Servilo caliente en un bowl o en la misma fondue con velita para mantenerlo caliente y cremoso. 
Sumergí lo que quieras y brinda.

¡Ah! **¿Con qué vino acompañar la fondue?** Acá tenés dos joyitas locales que no fallan: un Torrontés tardío, que con sus notas florales y cítricas refresca la boca entre bocado y bocado. O un espumoso dulce bien argentino, que con sus burbujas y dulzura justa corta la cremosidad y potencia la experiencia. Si querés algo más jugado, un rosado espumoso dulce podría sorprender.


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¿Con qué vino acompañar el chocolate?

## **¿Queres pensar más alla del tinto con asado? ¿Quién dijo que el fuego solo combina con Malbec?**

Si todavía pensás que un asado pide a gritos un tinto potente y nada más, **es hora de prenderle fuego a los prejuicios.** Literalmente.

En el nuevo stream de Bonvivir —ya disponible en nuestro canal de YouTube— la charla se pone al rojo vivo. Tere García Santillán (líder del panel de cata de Bonvivir) abre el juego con **dos invitados que saben lo que hacen cuando hay brasas de por medio:** el sommelier **_Martín Lemmo_**, experto en marijades y profesor de la Escuela Argentina de Sommeliers- y el chef **_Emiliano Yulita_**, especialista en cocina al fuego y líder de El Mercado, restaurante del Hotel Faena.

La excusa: fuegos y vinos. El resultado: un festín de ideas para repensar lo que pasa entre las llamas y la copa.

Hablaron de horno de barro, rescoldo, pizza, carnes colgando de un domo, postres flambeados, y hasta abrieron la polémica con la receta de las empanadas. ¿Y en la copa? El maridaje se convirtió en un juego creativo y sin reglas fijas, como tiene que ser en 2025. Ya nada de carnes con tintos sino que es la hora de pensar en texturas, cuerpo, frescura y muchos atributos más de los vinos argentinos.
**“No podemos seguir pensando que el fuego pide solo tintos. Ya hay tantos estilos, tantas posibilidades… sería quedarnos cortos”**, dispara Lemmo mientras la charla fluye con humor, anécdotas y alguna que otra confesión.
**Dale play a la charla de Fuegos y Vinos y suscribite al canal, que se vienen más streams increíbles.**

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BONVI STREAM: Fuegos + Vino

En un mundo donde todo corre, el whisky sigue apostando por la lentitud: **envejece durante años y se toma sin prisas.** Tal vez por eso, más allá de etiquetas y países, este destilado tiene ese poder casi místico de detener el tiempo.

**¿Pero qué es lo que realmente hace especial a esta bebida? ** ¿Por qué hay quienes viajan miles de kilómetros solo para pisar una destilería perdida entre colinas escocesas o campos de centeno en Kentucky? ¿Y por qué cada vez más personas, sin ser expertos ni coleccionistas, empiezan a descubrir que el whisky no es solo cosa de películas de gánsteres o ejecutivos de traje?
La respuesta es sencilla y compleja a la vez: el whisky es historia líquida.

**Una bebida con memoria**

Todo buen whisky es una especie de cápsula del tiempo. Cada botella encierra años de paciencia, algo de alquimia y muchísimo de territorio. Porque aunque hablemos de una categoría global —y que se produce desde Japón hasta la Patagonia—, **cada whisky tiene su acento**.
**El escocés** es brumoso, terroso, elegante o punzante según venga de las Highlands o de Islay. **El irlandés**, más suave y amable, suele ser la puerta de entrada ideal. **El bourbon**, nacido en el sur de USA, huele a vainilla, maíz y madera tostada. Y **los japoneses**… bueno, los japoneses hacen whisky como hacen casi todo: con devoción por el detalle.

Pero más allá de los mapas, lo interesante es cómo esta bebida se volvió una forma de expresión. Hoy, el whisky ya no es solamente un símbolo de estatus ni una reliquia de bar con biblioteca. Es también **una forma de explorar, de probar cosas nuevas, de entender culturas a través del paladar.**

**La revolución tranquila**

Si hace una década el universo del whisky parecía estar reservado a clubes de caballeros con sillones de cuero y habanos, eso cambió. Y no fue una revolución ruidosa, sino una transformación silenciosa: mujeres master distillers liderando proyectos innovadores, destilerías artesanales en rincones inesperados y una generación joven que se acerca al whisky con curiosidad y sin prejuicios.

**Las reglas ya no son tan estrictas.** Hay whiskies sin edad declarada que sorprenden por su calidad. Hay ediciones limitadas que exploran maduraciones en barricas de vino, ron o jerez. Hay cócteles con whisky que no buscan esconderlo, sino celebrarlo. Y hay algo aún más valioso: libertad para elegir cómo y cuándo disfrutarlo.

**Beber con todos los sentidos**

Dicen que con el whisky se bebe con la nariz, con la boca y con la imaginación. Que un buen sorbo puede llevarte a una destilería en medio de un bosque húmedo, o a una taberna iluminada por velas en las calles de Dublín. Que hay notas de manzana verde, de cuero viejo, de pan recién horneado. Y que lo importante no es saber todos los aromas posibles, sino conectar con alguno.
Por eso, más que una cata técnica, **el whisky invita a una experiencia sensorial**. No se trata de entenderlo todo, sino de estar presente. Elegir un vaso pesado, servir un poco, girarlo con calma. Dejar que el alcohol despierte aromas. Tomar un primer sorbo, dejarlo recorrer la lengua. Escuchar lo que el cuerpo dice.

**Pequeña guía para grandes momentos**

No hay una única forma de tomar whisky, pero sí algunas pistas que pueden mejorar la experiencia. **Los single malt** se disfrutan mejor solos, con tiempo y en buena compañía. **El bourbon** va muy bien con un hielo grande, que enfríe sin diluir. Los japoneses merecen copa ancha y silencio. ¿Y los scotch blended más suaves? Son ideales para cócteles clásicos como el **Old Fashioned o el Whisky Sour.** La clave está en animarse a probar, descubrir qué te gusta y recordar que cada estilo tiene su propio ritmo. Igual que cada quien.

**Último sorbo (y una invitación)**

Si este viaje sensorial te dejó con ganas de más, te adelantamos algo: muy pronto, en [BONVIVIR](https://bonvivir.com/), **lanzaremos una experiencia exclusiva de whisky** junto a grandes expertos, pensados para quienes quieren ir un paso más allá en el arte de disfrutar. Será un encuentro íntimo, revelador, con copas en mano y mucho por descubrir.

Y como el Día del Padre está a la vuelta de la esquina, no hay mejor excusa para regalar —o regalarse— un whisky que cuente una historia. En la [tienda de BONVIVIR](https://bonvivir.com/tienda/whiskys) vas a encontrar grandes etiquetas seleccionadas, ideales para brindar con clase, con emoción y con tiempo. Porque **pocas cosas dicen “te quiero” como un buen whisky compartido.**


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Whisky, el arte de beber el tiempo

Hay aromas que no se olvidan: el del primer asado que compartiste con él, el de su loción para después de afeitar y el de ese vino que abre “solo para ocasiones especiales”. Porque **papá también es eso: un paladar que educa, un gusto que se transmite como un legado silencioso.**

Y para agasajarlo como se merece, este Día del Padre, BONVIVIR te invita a saltearte el perfume comprado a último momento, el par de medias con dibujitos o ese libro que sabés que no va a leer. Porque **papá ya tiene demasiadas cosas, lo que necesita ahora es un buen brindis con vos**.

Un regalo con carácter, como él. Con cuerpo, como su abrazo. Y con final largo, como sus anécdotas de juventud que ya escuchaste veinte veces.

**Un regalo que no molesta en el placard**

Si querés sorprenderlo de verdad, no busques más: suscribilo a la [**Selección Alta Gama de BONVIVIR**](https://bonvivir.com/club) de cuatro botellas con etiquetas inolvidables. Además, durante tres meses **tenés 40% de descuento** y en el cuarto mes le cae de sorpresa un **Johnnie Walker Double Black**. No es magia. Es BONVIVIR.

Ideal para esos papás que aman descubrir vinos nuevos, se emocionan cuando el corcho hace “plop!”, y hablan de “terroir” como si vivieran en una bodega.

**Si sos socio, sos el hijo favorito**

Ahora, si ya sos parte de BONVIVIR, lo tuyo es nivel experto: 20% de descuento en toda la tienda y envíos gratis. ¿Y si no sos socio? Tranquilo, tenemos el cupón **PAPA10**, con un 10% off que igual te deja bien parado.

_**Spoiler: Si sos socio, acumula con tu promo de siempre**_

La Tienda Online de BONVIVIR tiene todo lo que papá no se compraría… pero agradecería muchísimo que vos sí.

**Este año, que el brindis diga lo que no decís tan seguido**

Elegí regalarle a papá un momento para saborear. Porque un buen vino es una excusa perfecta para sentarse, charlar, recordar, reír. Y quizás, en medio de esa charla, volver a escuchar por enésima vez aquella historia de “cuando tenía tu edad…” pero con una copa en la mano que haga que valga la pena.

Entrá en **[BONVIVIR](https://bonvivir.com)**, aprovechá los descuentos, los envíos gratis y las sorpresas. Regalale a papá algo que le saque una sonrisa genuina. Y si tenés suerte… quizás esta vez te deje repetir la copa.

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Regalos para papá

Hay vinos que nacen del esfuerzo. Otros, del talento. Pero hay algunos que parecen dictados por la naturaleza misma: el sol crudo, el cielo despejado y una tierra que vive al filo del cielo. Así son los vinos de altura del noroeste argentino, y en especial, los que crecen en los viñedos más elevados del mundo, en los Valles Calchaquíes de Salta.

**Terroir extremo con resultados extraordinarios**

¿Qué tiene de especial un vino que nace a 2.000, 2.500 o incluso a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar? **Todo. **

Hay una geografía extrema donde **el vino argentino alcanza una expresión única.** Un rincón de montañas gigantes, cielo limpio y aire seco, donde **las uvas crecen bajo condiciones que pondrían a prueba a cualquier vid.** Pero en lugar de rendirse, se transforman: desarrollan pieles más gruesas, sabores más concentrados, una frescura inesperada y un carácter imposible de imitar. Así son **los vinos de los Valles Calchaquíes, una de las regiones vitícolas más singulares del mundo.**

Ubicados en el noroeste argentino, estos valles atraviesan las provincias de Salta, Catamarca y Tucumán. Pero es en Salta donde se concentran algunos de los viñedos más altos del planeta, con alturas que van desde los 1.600 metros hasta más de 3.000 metros. Viñedos que parecen crecer en el cielo.

Este entorno desafiante —con grandes amplitudes térmicas, suelos pedregosos y una intensidad solar única— **da lugar a vinos extraordinarios.** Tintos con color profundo, taninos finos y buena acidez, cargados de notas especiadas y florales. Blancos expresivos, con perfumes intensos y una boca refrescante, donde el Torrontés brilla con luz propia.

No es casual que cada vez que un vino calchaquí aparece en las selecciones de BONVIVIR, los comentarios de los socios se llenen de entusiasmo. **Según nuestras encuestas de satisfacción**, los vinos de altura del norte argentino —tanto blancos como tintos— **están sistemáticamente entre los mejor valorados.** Los socios los celebran por su intensidad, por su energía, y también por lo bien que acompañan comidas sabrosas, desde un curry picante hasta un asado tradicional.

**¿Por qué estos vinos gustan tanto?** Hay varias razones. En primer lugar, **la altura actúa como un aliado natural para conservar la frescura,** algo cada vez más buscado en el mundo del vino. Gracias a las bajas temperaturas nocturnas, las uvas retienen su acidez natural, lo que da lugar a vinos más equilibrados y vibrantes.

Además, **el clima seco y la fuerte radiación solar obligan a las vides a adaptarse.** Esto se traduce en bayas más pequeñas y pieles más gruesas, ricas en compuestos aromáticos, color y taninos. **El resultado: vinos con personalidad, que no pasan desapercibidos en ninguna mesa.**

Otro dato no menor: muchas de las fincas de esta zona practican viticultura sustentable, justamente por las condiciones extremas que invitan a un manejo cuidadoso de los recursos. Las parcelas se riegan con agua pura de deshielo andino y algunas conservan plantas de más de 50 años, que dan bajos rendimientos pero altísima calidad.

En el plano internacional, los vinos de altura argentinos siguen ganando terreno. Publicaciones especializadas y críticos globales los destacan cada vez con mayor frecuencia, y muchos los consideran una nueva punta de lanza de una nueva Argentina vitivinícola: más precisa, más auténtica, más conectada con el lugar de origen.

**Nace un vino Aniversario con mucha altura**

En BONVIVIR, **los vinos del norte ocupan un lugar especial en el corazón de los socios**. Lo saben quienes los eligen cada vez que aparecen en las cajas, quienes repiten pedidos o los guardan para una ocasión especial. Es un fenómeno que combina emoción, descubrimiento y excelencia.

Y ahora, a 15 años del nacimiento de BONVIVIR, esa afinidad por lo extraordinario se vuelve más relevante que nunca. Sin develar secretos, podemos anticipar que una de las grandes joyas de la vitivinicultura argentina será parte de este brindis. Y con ella, el espíritu del vino de altura: audaz, puro, inolvidable. Así es, **nuestro nuevo vino aniversario lo elaboramos en conjunto con Bodega Colomé y muy pronto te lo vamos a presentar**. Porque no hay mejor forma de festejar un hito que brindar con un vino que represente la cima del carácter argentino.

**Bodega Colomé, máxima excelencia**

Bodega Colomé entendió, desde siempre, el poder de esta geografía. Fundada en 1831, es la más antigua de Argentina en actividad. Pero más allá de los años, su verdadero legado es haber convertido lo inhóspito en sublime. **Pocas bodegas en el mundo trabajan a alturas tan extremas como Colomé**, con viñedos en lugares como Payogasta o el mítico Altura Máxima, plantado a 3.111 metros y considerado el viñedo más alto del mundo.
En cada vino de esta bodega hay profundidad, textura, tensión. Y hay también una historia: la de una familia, la de una visión, la de un terroir que desafía lo convencional. Porque hacer vino en estas latitudes no es fácil. **Y en cada botella de Colomé, esa altura desafiante se convierte en arte.**


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El fenómeno de los vinos del norte

_“El vino es poesía embotellada”_
R. L Stevenson

Que mucho se ha escrito sobre el vino, es cierto. Tampoco el culto al vino en sí es novedad: si los griegos, que de jodas sabían bastante, decretaron que Dionisio era el dios del vino y las artes (los romanos dieron en la tecla y lo renombraron Baco; mejor así), todo lo que vino después es anacrónico. Y todos los poetas, le han dedicado algún renglón también. Y no nos metemos con la religión para ser respetuosos, pero recuerden (o googleen) el primer milagro de Jesús. Listo, todo dicho.
Así que vino y placer están y estarán siempre relacionados. Al menos para mí, bebedor crónico.
Pero en este wine tour (regalo increíble gentileza de mi mujer, Gabriela) descubrí algunas cosas más, algunas variables distintas, como dicen los economistas. 
Es historia, como nos contó Karim, donde hasta San Martín se anotó un poroto y ahora sabemos por qué La Consulta es la zona top de Valle de Uco, y, fundamentalmente, por qué se llama La consulta y no de otra forma.
Es geología por sus distintos tipos de suelos; es montaña o valle, altura o llano. Con madera, con barrica (che, qué increíble Huentala y esa entrada símil nave nodriza a la zona de las barricas), con concreto, con pvc (esa no la vi venir); mimado por sus enólogos hasta lo inimaginable (¿o dormir todas las noches con música de Strauss no es eso?), el vino siempre nos va a sorprender, y como Scherezade, nos va a contar mil y una historias.
Esta increíble experiencia Bonvivir Wine Tour, de la mano de Teresa García Santillán, Paula Sciarreta y el inestimable aporte turístico de Hon Travel, tuvo todos los condimentos de un viaje inolvidable: almuerzos pantagruélicos, cenas a la luz de las velas, rodeados de toneles y barricas, una recorrida por los viñedos acompañados del viento Zonda, un temblor que -lamentablemente- nunca llegué a sentir, (y es otra cosa que debo agradecerle al vino); vinos jóvenes, vinos añejos, un merlot de 25 años, vinos que todavía no han salido a mercado, vinos claros, vinos turbios, de botella, de barrica, de tanque…
Y el espumante, que no lo vamos a dejar afuera tampoco, en todas sus formas y variedades.
Que se repita, entonces. El año que viene y todos los años. Porque el vino siempre va a tener algo para decirnos.
Gracias a todos y hasta la próxima.

**Pablo Miranda**


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Crónica del Bonvivir Wine tour 2025

Hay días internacionales para casi todo. Pero hay uno se merece una copa de vino bien servida como ningún otro: el **Día Internacional del Sommelier**, que se celebra cada 3 de junio. 

Y lo destacamos por que no solo somos profesionales que sabemos encontrar la botella perfecta para una cena imposible, sino porque en los últimos años nuestra profesión dejó de ser exclusiva de los restaurantes tres estrellas para volvernos **tus cómplices cotidianos del buen beber**.

Hoy, un sommelier no es solo quien te recomienda un vino. Somos **los encargados de abrirte la puerta a un mundo.** A veces con palabras simples; otras, con metáforas que incluyen especias que jamás probaste (incluso nosotros), animales mitológicos, sabores de piedras y suelos con más historia que una novela. Pero **siempre con una intención: que disfrutes más**. Que entiendas lo que hay en tu copa y, sobre todo, por qué te gusta.

**Más allá de la etiqueta (literal)**

Consultarnos no es una moda. Es una forma de evitar decisiones aburridas o malas inversiones. Mientras vos dudás entre ese blend misterioso de Salta o el nuevo rosado biodinámico del Valle de Uco, **nosotros podemos recomendarte qué vino va mejor** con tu playlist o que vino va a sorprender a tu cita. Y eso, créeme, vale oro.

En Argentina, donde **la sommellerie está en pleno crecimiento** (desde el años 2000), hay nombres que no podés dejar de conocer si amas el vino. **Paz Levinson**, por ejemplo, brilla en París pero es la referente de quienes hoy se forman en el país con la ilusión de una carrera internacional. **Marcela Rienzo** es una agitadora del vino desde los medios con un lenguaje simple y fácil de comprender, mientras que **Agustina de Alba** no para de abrir camino al vino entre las generaciones más jóvenes con sensibilidad y estilo propio. 


Pero hay un universo más cotidiano —y muy real— que merece aplausos: el de los sommeliers que nos acompañan todos los días, copa a copa. Esos que **se animan a sugerir, escuchar, debatir y educar sin bajar línea.** Por ejemplo, en el mundo de los restaurantes hay ciento de profesionales que día a día descorchan miles de botellas para que la gente disfrute de cada plato con la mejor propuesta de maridaje, algo similar a lo que podes descubrir en las vinotecas cuando necesitas un vinos que salga de lo común. 

En este plano, me alegra poder decir que brillamos desde el **panel de cata de BONVIVIR:** **Teresa Gracía Santillán**, **Verónica Gurisatti** y, quien escribe, **Alejandro Iglesias**. Juntos, desde hace 15 años, nos encargamos de seleccionar con criterio, corazón y muchos descorches los vinos que disfrutan miles de paladares inquietos en todo el país. 

Pero, además de eso, nos encargamos de comunicar el vino desde www.bonvivir.com y las diferentes plataformas y eventos **con la misión de ayudar a quienes aman el vino tanto como nosotros a conocer cada vez más de este maravillo universo. **

**Cómo aprovechar un sommelier sin miedo al ridículo**

La pregunta del millón: ¿cómo se le saca jugo a un sommelier sin parecer principiante? Fácil. Haciendo preguntas. “¿Por qué este vino está en el club?”, “¿Lo puedo tomar frío?”, “¿Funciona con sushi?”, “¿Tiene mucho roble o me lo imaginé?” Todo vale. Nadie espera que hayas nacido experto. De hecho, **cuanto más curioso seas, mejor será la recomendación.**

Porque el rol del sommelier hoy no es enseñar desde un pedestal, sino conectar. Con vos, con tu comida, con tu momento. **Somos guías sensoriales**, no gurúes inaccesibles. Y si todavía no probaste eso de tener uno cerca, este 3 de junio es la excusa perfecta.

Así que brindá por nosotros. Y por vos, que estás a una pregunta de descubrir tu próximo vino favorito.


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¿Qué es un Sommelier?

En algún rincón del país, un 25 de mayo empieza así: el perfume del locro se cuela por las ventanas mientras alguien corta carne a cuchillo para las empanadas como si de eso dependiera la paz mundial. De fondo, suena el sonido sagrado del **descorche de un buen vino argentino**. 

En Argentina nos sentamos a la mesa los **25 de mayo, 20 de junio y 9 de julio** con un menú que resiste modas y pronósticos del clima. Y si algo aprendimos en los últimos años, es que **el vino también se volvió parte esencial de esas celebraciones**: versátil, local, diverso. 

Brindamos con él porque también cuenta nuestra historia, desde las criollas hasta los tintos más patrióticos. Porque celebrar nuestras fechas patrias no es solo cuestión de memoria: también es una manera deliciosa de reafirmar quiénes somos.

**De la olla al fuego: cocina con identidad - Locro**

Brindamos con él porque también cuenta nuestra historia, desde las criollas hasta los tintos más patrióticos. Porque celebrar nuestras fechas patrias no es solo cuestión de memoria: también es una manera deliciosa de reafirmar quiénes somos.
**Es el plato nacional por excelencia en días patrios.** Guiso de maíz blanco, porotos, zapallo, carne, chorizo colorado y esa cucharada de salsa picante al final que puede dividir familias. Tiene alma norteña, pero se volvió nacional. Su textura espesa y sus capas de sabor merecen un vino con carácter, pero que no opaque a los ingredientes. Un **Torrontés **bien seco, con notas cítricas y florales, puede jugar un maridaje sorprendente: la acidez limpia el paladar y la intensidad aromática le planta cara al guiso. Si preferís tinto, un **Malbec** joven y jugoso, sin paso por madera, hace match con el dulzor del zapallo.

**Empanadas**

Cada provincia con su dogma: las salteñas jugosas con papa, las tucumanas con verdeo, las riojanas con aceitunas. **¿Hay un vino que las abarque a todas?** Difícil, pero hay estilos que se adaptan. Las empanadas de carne van genial con un **Bonarda** de cuerpo medio, fruta roja y buen frescor. Si hay comino y picante, buscá un **Cabernet Franc** con tipicidad herbal. Para las de humita, un rosado de **Pinot Noir** o un **espumoso de Torrontés** pueden aportar la cuota lúdica y refrescante que pide el bocado.

**Humita en chala**

Menos mainstream que el locro, pero igual de deliciosa. **Suave, cremosa, ligeramente dulce, con perfume a albahaca.** Es un plato que pide vinos que no le pasen por encima. Un **Chardonnay** sin madera, o un blanco de altura hecho con uvas **criollas** (las nuevas estrellas del vino argentino), pueden ser una elección perfecta. También funciona un rosado de **Cabernet Franc** con buena textura.

**Carbonada criolla**

Ese guiso con duraznos deshidratados y carne cocida dentro de una calabaza es pura poesía de olla. Tiene dulzor y punto ahumado si viene del horno de barro. Acá vamos a lo grande: un **Cabernet Sauvignon** tradicional, con estructura y notas especiadas, puede dialogar con su complejidad. También podés probar un blend tinto con algo de paso por roble y fruta negra madura.

**Asado**

No necesita presentación. Pero sí necesita contexto. Si vas por el costillar lento, bien cocido, elegí un **Malbec** clásico con buena acidez. Si hay achuras, probá con una **Criolla** o un **Malbec de maceración carbónica**: jugosos, frescos, vivos. Si aparecen vegetales asados o provoleta, abrí un blanco de corte con toque de **Viogner** o **Torrontés** y ganás originalidad sin traicionar la parrilla.

**Lo patrio en la copa**

En cada brindis patrio, el vino argentino tiene algo para decir. No solo acompaña: propone, enriquece, se mete en la conversación. Y lo mejor es que hay tantos estilos como cocinas regionales. Desde los blancos vibrantes del norte hasta los tintos profundos de la Patagonia, **la diversidad es infinita y siempre en evolución.**
Así que **en el próximo feriado que amerite una mesa larga elegí un vino argentino que hable tu idioma.** Probá esa variedad que nunca habías considerado, volvé a tu favorito con nuevos ojos, o animáte a descubrir lo que las nuevas regiones tienen para ofrecer.


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Platos patrios y vino

Vengo de un pequeño pueblo en Mendoza, donde mis antepasados se establecieron hace muchos años. Ellos se dedicaron a la agricultura, desde hortalizas y frutales hasta olivares y, por supuesto, vides, mis raíces han estado profundamente arraigadas en la tierra. Entre mis más preciados recuerdos de la infancia están los momentos junto a mis abuelos durante la cosecha del “parral familiar”, de donde nacía el vino de la casa. 

A lo largo de mi vida, he tenido la suerte de hacer pocos, pero verdaderos amigos, quienes me abrieron las puertas de sus vidas, compartiendo sus costumbres y pasiones. Fue uno de ellos quien me introdujo en el mundo del vino, y desde ese momento, esta bebida me mostró un universo de sensaciones y experiencias sin igual. 

Es así como nació Les Amis, un tributo a los amigos del vino y al vino de los amigos. Cada botella está elaborada con su apoyo incondicional, pensada para ser compartida entre amigos, porque ellos son la razón de esta aventura. 

Les Amis es elaborado con uvas provenientes de viñedos antiguos de Mendoza, en su mayoría de la primera zona mendocina (Maipú-Luján de Cuyo). En cada botella, buscamos honrar y respetar la cultura vitivinícola que ha perdurado a lo largo de tantos años, rindiendo homenaje a las vides antiguas que han sido testigos del paso del tiempo.  

Preservar el patrimonio de nuestros antepasados es parte fundamental de nuestra filosofía. 

 Martin Bilbao 
 
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 www.instagram.com/lesamiswines

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Les Amis

Les amis Malbec 2023 

Malbec de estilo primario y puro.  

Cimarrón es una bodega de Mendoza nacida del deseo de crear vinos auténticos, salvajes y únicos. Vinos que no siguen tendencias, sino que trazan su propio camino con personalidad y carácter.


Fundada por Lucca Stradella Bianchi, enólogo de 31 años y heredero de una tradición vitivinícola familiar, Cimarrón es su forma de honrar ese legado… pero también de hacerlo a su manera.


Detrás de cada botella hay un equipo que comparte la misma filosofía: trabajar con pasión, romper moldes y animarse a hacer lo que ama. Ser cimarrones.

Para nosotros, el vino no es solo la tierra. Es también su gente y las manos que lo hacen posible. Por eso cada partida es única, como una obra de arte. Y nuestras etiquetas, lo reflejan.


Te invitamos a descubrirlo.

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Cimarrón Wines Co.

La Contienda Malbec Gualtallary 2022

Malbec expresivo y envolvente

Canto es una bodega joven y vibrante, ubicada en el corazón de Gualtallary, con inspiración en el paisaje que caracteriza la zona vitivinícola por excelencia del Valle de Uco.  

Nuestros vinos nacen de la pasión por el terroir único de Gualtallary, en la imponente altura de 1400 mts, sobre suelos aluviales, con gran amplitud térmica, estaciones muy marcadas, flora autóctona y el fresco aire cordillerano, donde las piedras calizas y el clima árido dan vida a uvas de excepcional calidad. 

Desde estas tierras esculpimos nuestro vino insignia SobreCanto, que nace de una vinificación precisa, con las virtudes del concreto, en las que se busca mantener su identidad de terroir y 16 meses de paso silencioso por roble.  

SobreCanto presenta vinos complejos de concentración media alta y buen balance de acidez, reforzando texturas y longitud en un paso por boca que deja huellas memorables. 

Nuestros sueños expresados en grandes vinos.  

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@canto. loscuadros

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Finca Suárez

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