GANADORES CONCURSO 7° ANIVERSARIO ESTADÍA CAVAS WINE LODGE
Presentamos al ganador de la estadía de lujo para 2 personas en CAVAS WINE LODGE. La selección se hizo entre más de 584 participaciones.
Fueron más de 584 historias alrededor del vino, incluso historias donde se formaron parejas, familias y amistades, algunas muy divertidas, otras más emotivas, pero cada una de ellas logró transmitir la pasión que nuestros socios sienten por el vino y todo lo que se comparte a su alrededor. ¡Agradecemos mucho a todos los socios que se tomaron el tiempo de compartir sus anécdotas e historias con nosotros y esperamos realizar más acciones de este tipo próximamante!
Felicitamos a nuestro Socio Norberto Cahe, quien es el ganador de la estadía que ofrece CAVAS WINE LODGE para él y un acompañante. Así mismo, quisimos reconocer 4 historias que llegaron hasta la recta final con un CorkStation y algunos combos de vinos de nuestra Tienda.
Compartimos a continuación sus historias:
NORBERTO CAHE
Ganó una estadía de lujo para 2 personas en CAVAS WINE LODGE de Mendoza
“Estando en mi oficina, se aproxima el encargado de portería y me dice: Sr. Norberto, esto es para usted y veo que se trata de un envoltorio algo extraño. Antes de abrirlo, le pregunto: ¿Quién lo manda? Denoto algo de complicidad pero nada más, procedo a desenvolver el paquete y a medida que voy retirando capas del envoltorio, veo que va tomando forma de botella… Mi mirada hacia el personal de puerta que me lo trajo volvió a ser dura pero a la vez inquieta. Vuelvo a preguntar. ¿Conocés quién lo manda? Nada, cara de nada… Cuando logro descubrir por completo esa botella mágica, de un vino único, que solíamos compartir los sábados al medio día en un lugar bajo árboles, acompañando un exquisito chivito a la brasa con mi amigo de la infancia, Juancito, y me vienen a la memoria todos los recuerdos. Pero mi amigo hacía 8 años que partió a España y nada sabía de él. La tomo entre mis manos y vuelvo a preguntarle al encargado: decime por favor, ¿quién te la dio?… En ese momento escucho un “Yo”, era mi amigo Juancito con su esposa que venían a visitarme, justamente era un sábado y nos fuimos los 4: él, su mujer y yo con la mía, al lugar de siempre con esa botella de vino que tantos recuerdos no trajo. Fue un maravilloso reencuentro donde una botella de vino, nos permitió recordar todos los sábados de muchos años y ese día hicimos participes a nuestras esposas que escucharon anécdotas tras anécdotas, y siempre con el mismo amigo y compañero de siempre: esa botella de vino”.
¿Por qué la elegimos?: Es una historia emotiva, que refleja la complicidad, la amistad y todos los recuerdos que se pueden generar alrededor del vino. También nos recuerda que el hecho mismo de regalar un vino, resulta una oportunidad para vivir un momento único, la excusa para un próximo encuentro o incluso el de un feliz reencuentro como en el caso de estos dos amigos.
OTROS FINALISTAS:
Cristian Marcelo Peláez
Gana un CorkStation
“Siendo muy jóvenes con un grupo de amigos, cuando recién comenzábamos a apreciar la riqueza y variedad del universo de los vinos, decidimos abandonar el derrotero de salidas estériles y reunirnos una vez por semana, en nuestros domicilios, a tomar exclusivamente vino. La instancia no dejaba de ser algo extraña esa época, más teniendo en cuenta la corta edad relativa que todos teníamos. Las reuniones tenían algunas condiciones estrictas de admisión: era obligatorio que cada persona lleve un vino distinto cada vez que concurría, había que ir alternando también la cepa y las marcas, y los vinos que se llevaban no podían costar menos de un valor determinado pero tampoco más que otro que se determinaba de antemano. Esta última variable se explicaba porque se consideraba que un vino a un valor inferior al precio que se ponía como límite podía comprometer la salud de los asistentes; por el contrario el límite máximo tenía como fundamento lograr una instancia de igualdad entre los comensales en la actividad de búsqueda del mejor vino, y que no sea el precio lo que generara la diferencia. Las reuniones se extendieron por años y de alguna manera fue una especie de curso de especialización para todos los asistentes a la hora de conocer marcas y cepas. Las anécdotas generadas en esas reuniones fueron múltiples y sería injusto elegir una. Termino exponiendo que todos las botellas que se iban conociendo se consignaban en un cuaderno en el cual, muy pródigamente, también se anotaban algunas características que generaba la degustación (no tan profesionales por cierto como los que nos regala la selección de vinos de Bonvivir mensualmente). Ese cuaderno tenía como prólogo, un poema de Borges, que desde entonces, lo recito de memoria cada vez que puedo. El poema, es el siguiente:
¿En qué reino, en qué siglo, bajo qué silenciosa
conjunción de los astros, en qué secreto día
que el mármol no ha salvado, surgió la valerosa
y singular idea de inventar la alegría?
Con otoños de oro la inventaron. El vino
fluye rojo a lo largo de las generaciones
como el río del tiempo y en el arduo camino
nos prodiga su música, su fuego y sus leones.
En la noche del júbilo o en la jornada adversa
exalta la alegría o mitiga el espanto
y el ditirambo nuevo que este día le canto
otrora lo cantaron el árabe y el persa.
Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia
como si ésta ya fuera ceniza en la memoria.
Muchas Gracias a Bonvivir por hacerme recordar esas maravillosas reuniones”
Maximiliano Damián Jorquera
Gana un Combo Comic Wines: Hey Malbec!, Hey Rosé & Asa Nisi Masa Malbec
“Tengo varias, una muy graciosa fue con mi padre y divertida para todos, duro golpe para mí y normal para él. Para un día del padre le regalo una botella numerada especial de una bodega en particular, muy importante en nuestro país, la guardamos por un tiempo, donde la rotaba para que no deje marca. Pasados unos meses, me dice, ¨el domingo asado y abrimos ese vino¨. Para mi iba a ser un gran domingo, llego temprano a su casa, descorcho la botella, lo decanto, lo sirvo en copa, todo a su tiempo, al momento de degustarlo, nos paramos frente a la parrilla, y ambos solo suspiramos después del primer sorbo y solo hubo excelentes comentarios sobre ese vino. Me quedo frente a la parrilla, con mi copa en mano, sonriendo, y escucho de fondo un sonido a líquido en caída a una copa, me doy vuelta y ahí estaba mi papá agregando juego de manzana a su copa de vino… Tuve que sufrir todo el resto del almuerzo, pero le fui sirviendo cada vez menos”.
Bernardo Alfredo Montoya
Gana un Combo Comic Wines: Hey Malbec!, Hey Rosé & Asa Nisi Masa Malbec
“La mejor anécdota descorchando un vino me ocurrió hace un par de meses cuando estaba en una degustación de vino de una famosa bodega de la cual degustamos 6 uvas distintas, hasta que se hizo tarde y como siempre el grupo mío se queda haciendo trasnoche en el salón de la degustación y como se habían acabado las botellas de degustación y estábamos compartiendo la mesa con el enólogo de esta famosa bodega, le comento del Club BonVivir, que él ya conocía, y voy a buscar la caja del mes que justo la tenía en baúl de auto… Y obviamente la abrimos para degustar un par de vinos y resultó que, de todos los vinos degustados de la famosa bodega más los de la caja del mes de BonVivir, el mejor de todos resultó uno de los míos, puntualmente el Domaine Bousquet, un vinazo que toda la mesa y hasta el enólogo no dejaron de alabar”.
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