Vinos profundos y elegantes

Entre los tantos cambios que podemos destacar de los vinos argentinos durante la última década, sin dudas, uno que se disfruta cada vez más es la precisión con la que trabajan los winemakers en la búsqueda de fineza y expresividad. 

Básicamente, estamos en un momento de vinos complejos con deferentes capas aromáticas, matices y texturas que se despliegan desde la copa al paladar para encantar a todos los consumidores. 

Para que nuestros socios comprendan nueva dimensión del vino argentino seleccionamos tres exponentes que abonan a esta idea para la Selección Exclusiva Mixde junio de BONVIVIR. 

En Gualtallary, Valle de Uco, es una de las regiones donde más se pueden apreciar estos estilos. Aquí el terroir se impone con un perfil de montaña que invade los vinos.Andeluna Torrontés 2021es un buen ejemplo de ello ya que al carácter típico de este varietal suma trazos de hierbas y especias muy propios del valle. De color amarillo verdoso resplandeciente, es floral y frutal con tonos de jazmín y rosas blancas, tropical y cítrico con tonos de lima, piel de limón, peras, manzana verde y uva fresca. Aborda el paladar con frescura y tensión, sabores francos que marcan la fruta y definen el carácter. Final largo perfumado e intenso. 

El Cepillo (San Carlos), es otra zona fresca del Valle de Uco donde los aromas de romero, tomillo y jarilla se funden con las especias y dan un perfil muy especial a los vinos como podemos apreciar en Agostino Estate Tempranillo Cabernet Sauvignon 2020un corte SINGULAR en el que Germán Paéz da protagonismo al varietal emblemático de los viñedos españoles y responsable de los aromas balsámicos y herbales. También se aprecian frutos negros como cerezas, ciruelas y moras sobre un dejo floral y especiado. El ataque es intenso y amplio, sabroso con buen jugo en centro de paladar, taninos firmes de textura fina, regusto herbal y final fragante. 

Por último, Trapiche Puro Malbec 2021elaborado por Sergio Casé con uvas del Valle de Uco, es un tinto que no pasa por barricas y dispara con pureza los atributos típicos de la cepa emblemática argentina. Sus aromas principales son de frutos rojos frescos como cerezas, ciruelas y moras, dejos de violetas y trazo cítrico. Fragante. Aborda el paladar con frescura y buen jugo, franco con acidez jugosa, taninos redondo y amables, final largo de recuerdo frutal.