Vino y locura

Andrea Muffato y Gerardo Michelini viven la vitivinicultura con pasión. Según Gerardo, “ella es una enóloga apasionada por la elegancia y la perfección y detallista hasta en lo mínimo. Según Andrea, Gerardo es “un luchador en pos de cosas imposibles, el camino es su meta”.

No solo trabajan juntos, sino que están casados y tienen una familia con quienes comparten sus pasiones, el vino y el lugar donde viven, el Valle de Uco.
Dentro de ámbito vitivinícola local, Gerardo pertenece a una familia que desde hace unos años patea el tablero del estilo de los vinos argentinos con apuestas osadas y rupturistas. Un camino en el que Andrea siempre lo acompañó como apoyo y también como cómplice desde lo técnico.
Luego de cimentar bodega Zorzal junto a Matías y Juan Pablo, hermanos de Gerardo, decidieron dar rienda suelta a su propia interpretación del vino y así nacieron etiquetas que hoy celebran los consumidores que disfrutan de los vinos curiosos y diferentes pero que sobre todo buscan personalidad y una historia detrás. Arriesgados desde lo enológico y también desde lo estético, Andrea y Gerardo confían en que es necesario hacer cosas distintas, como Gene 2013, el blend de Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Merlot, que recientemente formó parte de la selección exclusiva Bonvivir. Charlamos con ellos y así se presentan.

Gerardo, ¿cómo nace Gen del Alma?

De la necesidad de Andrea y mía de ser más libres aún. Es el espacio donde hacemos los vinos que soñamos y nos gusta beber. El proyecto lo llevamos adelante con Andrea y amigos que confían en esta locura.

¿Y cuál es tu búsqueda con Gen del Alma?

La elegancia en lo salvaje del valle al cual pertenecemos (Valle de Uco, Mendoza), su simpleza y a la vez complejidad y frescura.

¿Cómo definir esos vinos que disfrutan elaborar?

Los que representen un lugar, bajo los parámetros que te mencionaba anteriormente. Disfrutamos encontrar el punto justo de vendimia para lograr la elegancia. Disfrutamos la sorpresa de encontrar complejidad en vinos hechos con la menor intervención posible. Un JI JI JI (vino elaborado a partir de co-fermentación de Malbec y Pinot Noir), por ejemplo, que resulta fresco y lineal pero a la vez con nervio y profundidad. Un vinos que nos sorprendía día a día durante su elaboración.
No tenemos una cepa favorita, pero descubrimos aportes que algunas cepas, como el Pinot Noir, le dan a los blend más tradicionales. Otra Piel, es la combinación de dos cepas con mucha fuerza – Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc – mientras que el Pinot Noir aporta el costado femenino para que sea un vino que encanta y que nos representa.

¿Cuál es el diferencial de este trabajo?

Nosotros seguimos una búsqueda, un camino de la elegancia, un respeto por los lugares, si nos hace diferentes o no, lo dirá el tiempo y los que los beban.

Fermentación Carbónica, co-fermentaciones… ¿cómo les gusta explicar estas técnicas a los consumidores?

Nos apasiona pensar el vino antes de que ingrese a la bodega, desde la viña, desde la energía de un lugar, desde nuestros corazones, por eso los métodos. Las co-fermentaciones son vinos que nacen en el campo, asumir riesgos es parte del juego, del desafío. En las co-fermentaciones hay varias cepas, una será la que marque el día de cosecha. ¿Cuál será? Cada año es la misma pregunta, la viña siempre nos responde a tiempo. La Fermentación Carbónica también es un desafío pues la intervención es casi nula, es como volver a los vinos ancestrales, cuando no había maquinaría que respalde un proceso.

Acaban de lanzar un Blanco de Chenin, ¿por qué apostar a una cepa que muchos olvidaron o no conocen?

El Chenin Blanc fue nuestro gran descubrimiento en un viaje a la región francesa del Loire. ¿Cómo puede ser que una cepa blanca pueda tener tanta personalidad? Entonces pensamos: por qué en Argentina no la habíamos usado para hacer vinos que se codeen con los mejores exponentes blancos de este país. Encontramos una viña vieja en el Valle de Uco, la vinificamos y nos sorprendimos con una magia especial en el vino. Decidimos de inmediato que debía ser JI JI JI, pues es la línea dónde queremos mostrar que el riesgo es parte de empezar a entender.

¿Qué otras novedades podemos esperar?

Hay dos cosas que están dándonos vuelta en la cabeza y en un par de barricas por ahí. Un Chardonnay de Gualtallary y un Malbec cultivado a más de 1500 metros de altura. Como esas motos que van a mil….!!! ¿Seminare?