James Suckling en Argentina

Por Alejandro Iglesias

James Suckling es uno de los cinco críticos de vinos más influyentes del planeta. Hijo de un conocido coleccionista de vinos de Los Ángeles, su vida transcurrió entre Estados Unidos y Europa. Comenzó a escribir de vinos y puros hace unos treinta y cinco años y durante quince fue el catador de la revista Wine Spectator para Burdeos e Italia. Sin embargo a lo largo de su carrera se especializó en vinos de Italia, España y Portugal, además de puros.

En 2010 se alejó de la revista estadounidense, se radicó en Hong Kong y lanzó www.jamessuckling.com. Desde entonces viaja por el mundo para cubrir todas las regiones vitivinícolas. “Lo que me motivó a emprender mi propio proyecto fue la necesidad de ver que sucede en el mundo del vino. Ser el especialista de Burdeos no estaba mal pero sentía que sucedían muchas cosas en otras zonas y me las perdía”, es como prefiere explicar sobre su nuevo rumbo.

Desde su pagina web millones de seguidores siguen sus viajes, entrevistas, catas y recomendaciones, “la gente hoy quiere ver con sus propios ojos que sucede”, completa. El pasado mes de Marzo estuvo en Buenos Aires como antesala de su tercer visita a las regiones vitivinícolas argentinas. Durante su escala, previa a visitar Patagonia y Mendoza, cenamos con él en Uco, el nuevo restaurante del Hotel Fierro de Palermo. Entre vinos y buenos platos hablamos sobre su visión del vinos argentino, el rol de los críticos y las tendencias que observa en el mundo del vinos.

¿Qué te trae de vuelta a Argentina?

Todo lo que se que esta sucediendo con sus vinos y regiones. Estuve el año pasado en Mendoza y el Norte, este años visitare Patagonia y Mendoza nuevamente. En mi viaje anterior observe como los vinos están evolucionando hacia la frescura y la expresión del terroir. Quiero seguir de cerca todo esto. Realmente me entusiasma conocer los nuevos vinos y los enólogos detrás. En menos de una semana tendré que catar más de 650 etiquetas y charlar con varios winemakers.

¿qué ves de nuevo en los vinos argentinos?

Que son cada día más bebibles, se alejan del comercial, maduro e intenso y comienzan a dar más expresión de fruta fresca y frescura. Eso es muy bueno por que así son más fáciles de beber y la gente hoy busca esos vinos.
Incluso destaco que Argentina como siempre ofrece mas de lo que pagas. Un vino Argentino de cincuenta dólares te da la misma satisfacción que uno de cien dólares o más de otro origen.

Cómo dices, Argentina siempre ofreció una buena relación precio-calidad, ¿algún día podrán sus vinos competir con los vinos de segmentos más altos?

Seguro, y ya lo hacen de algún modo. Pero es cierto que a la gente a veces le cuesta pagar por un vino argentino lo mismo que por unos europeo o de Napa Valley. Pero eso es hasta que lo prueban, una vez que lo descubren se vuelven fanáticos. Sin ir más lejos, cuando puse cien puntos al Cobos Malbec 2011 muchos creían que estaba loco hasta que lo probaron. Muchos se quedaban sin palabras.

¿Y por qué sorprendió tanto que pongas 100 puntos a un Malbec argentino?

Por que muchos ven al Malbec como un varietal y nada más. Pero el Malbec es mucho más, es como el Nebbiolo al Piemonte o el Pinot Noir a la Borgoña. Es un cepa, de acuerdo, pero que demuestra mucha diversidad según su origen, el modo de trabajo, los suelos y el clima. Quizás la gente desconfía por que esto solo sucede en Argentina pero de a poco se comienza a entender y hoy la industria esta enfocada en eso. Cuando pienso en el Malbec me pasa como cuando cato los Gran Cru de Borgoña, cada vez son más diferentes según el origen y la mano del enólogo.

¿Crees que Argentina debe demostrar que es más que un productor de buen Malbec?

Siempre es bueno hacer más que un vino pero cuando tenes un vino que se comporta como el Malbec en Argentina la cuestión cambia. El potencial que tiene el Malbec para dar vinos diferentes es su principal fortaleza. Sin dudas hay grandes Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y vinos de corte además del Torrontés. Sin dudas no seria lo mejor hacer solo Malbec y Torrontés, pero quizás la diferenciación se deba apoyar en los orígenes.

¿Y el mundo esta listo para que comencemos a hablarle de las diferentes regiones?

No todos los consumidores pero hay muchos que si están listos para conocer los diferentes estilos del Malbec según el origen. Es un buen momento para comenzar.

¿Cómo ves a los enólogos locales?

Hay grandes enólogos y lo más importante es que son los protagonistas de la vitivinicultura actual. Las bodegas argentinas ya no buscan las fórmulas de los 100 puntos o de los asesores internacionales. Hay más compromiso local y mucho conocimiento de las regiones. Además se asumen riesgos que dan como resultado mejores vinos. Es todo lo que disfruto cuando viajo y conozco a las personas detrás del vino. No espero que me traigan los mejores vinos o que elaboren pensando cuáles son los que más me van a gustar, me gusta escucharlos y aprender de ellos que son los que conocen del lugar.

¿Cómo es un vino de 100 puntos o que buscas en un vino para que tenga el puntaje perfecto?

Son vinos que van más allá de lo técnico, son vinos que te emociona, que te trasladan a otra dimensión. Por suerte he probado muchos de esos vinos y le asigne el puntaje perfecto a varias etiquetas. Es una experiencia que gané y que a veces incluso no coincide con la visión de los enólogos. Por ejemplo, la gente de Viña Cobos se sorprendió cuando sucedió con sus Malbec.

¿Es importante el rol del crítico de vinos?

La gente valora nuestro trabajo, sobre todo cuando saben que estas comprometido y dedicas tiempo y energía para contarles sobre cada etiqueta. En el mundo hay cada vez más etiquetas y muchos necesitas una guía. Esta claro que nuestro trabajo debe representarse en las ventas y en la satisfacción del consumidor. Para que esto suceda uno debe ser consistente y solido, solo así la gente respeta y valora tu opinión.