¿Cuáles son los tipos de cata de vinos?

Por Alejandro Iglesias, sommlier*(@AleIglesiasWine)

Conocer acerca de un vino, sus atributos y encantos es un camino largo que además de estudio exige poner los sentidos en práctica. Para esto es necesario catar cuanto vino podamos sin dejar abandonar el método que tiempo atrás compartimos y claro está, con la moderación necesaria a la hora de llenar y vaciar la copa.
En cuanto a cómo prepararnos hace ya un tiempo compartimos cómo organizar una cata con amigos cuando detallamos todo lo necesario para que esta experiencia sea exitosa.

Pero hoy les proponemos ir más allá y abordar diferentes tipos de catas que los profesionales realizamos para pulir nuestros sentidos con ejercicios que todos pueden realizar.
Por lo tanto a tomar nota y practicar, que a la larga ser un experto catador es cuestión de tiempo, práctica y constancia.

Una recomendación. Es común caer en comparaciones innecesarias a la hora de las catas y vale destacar que esta actitud suele desvirtuar el verdadero objetivo del ejercicio. Por lo tanto lo mejor es concentrarse en cada vino en forma independiente, esforzarse por comprender cuál fue la búsqueda de su hacedor para finalmente sacar conclusiones útiles. Recordemos que no todos los vinos deben gustarnos de igual modo ya que cada paladar responde de forma única a los estímulos que los vinos generan.

Cata a ciegas. Es siempre el método más recomendable para aprender y tal como dice su nombre lo que busca es que los catadores desconozcan ciertos datos de los vinos que encontraran en sus copas. De este modo los paladares estarán libres de prejuicios, incluso los positivos. Aunque, sin embargo, en algunas ocasiones se brinda cierta información al panel si lo que se busca es hacer foco en algún aspecto en particular. Así y todo mantener algunos datos ocultos siempre es una de las formas más sanas de catar.

Cata horizontal. Este tipo de ejercicio propone catar diferentes vinos con algún rasgo en común ya sea el año de cosecha, la cepa o la región. Para entender qué buscamos en cada caso aquí detallamos los tipos de catas horizontales más habituales.

Por cepa. Cuando se quiera comprender cuál es la tipicidad de una cepa en particular lo ideal es seleccionar vinos elaborados con el varietal en cuestión pero de diferentes productores y regiones. De este modo los catadores podrán identificar cuales son los aromas que se encuentran presentes en la mayor cantidad de muestras así como los sabores y atributos. Así se podrá armar una lista para cada muestra a fin de identificar las coincidencias y poder definir el perfil del varietal.

Por región. Así como la cata por cepas busca identificar la identidad de un varietal realizar el mismo ejercicio según el origen permite descubrir cómo se comporta un viñedo o un terruño en particular y como resultan los vinos elaborados en él. Aquí lógicamente se pueden definir rasgos generales del origen como primer paso para luego focalizarse en la incidencia del terruño en un estilo determinado de vino o varietal. Por ejemplo, si se quiere entender cuales son las características de los tintos de Mendoza se pueden probar diferentes cepas para encontrar parámetros generales mientras que luego se puede elegir una cepa y ver cómo es su identidad ligada a la región en general y luego en los micro terruños en particular.

Por cepa/región. Este ejercicio combina los dos anteriores a fin de identificar cómo se comporta una cepa en diferentes regiones. Por ejemplo, se puede tomar al Malbec como cepa y elegir muestras de Norte a Sur del país a fin de encontrar cual es de nuestra preferencia y como se comportan los demás.

Por precio. Este es un ejercicio muy habitual entre los productores a la hora de presentar sus productos al mercado. La idea es sencilla, se recolectan vinos que compiten en un mismo segmento de precios a fin de encontrar aquellos con la mejor relación precio-calidad. En este sentido hablamos de una práctica muy recomendable para saber cuales son las etiquetas en las que vale la pena invertir.

Por cosecha. La añada es un factor fundamental en la calidad e identidad de un vino ya que los fenómenos que influyen en un viñedo jamás se reproducen de igual modo en dos años diferentes. De este modo se puede llegar a sacar conclusiones acerca de la calidad de las cosechas a fin de saber cuales conviene añejar, cuales beber jóvenes e incluso cuáles evitar. Algunas cosechas son mejores para los blancos, otras para los tintos y algunas para los espumosos. No son muchas las que permiten obtener resultados óptimos en todos los estilos.

Cata vertical. Cuando uno ya es en cierto punto un conocedor o bien disfruta de alguna etiqueta en particular estas catas se convierten en las favoritas de muchos. El objetivo de estas degustaciones es evaluar el comportamiento de un mismo vino a lo largo del tiempo a modo de develar cuáles fueron las características de cada cosecha y su potencial de añejamiento. En resumen se trata de probar diferentes añadas de un mismo vino, algo que a veces no es simple de conseguir. De ahí que sean las más esperadas y codiciadas de los amantes de esta bebida. Para sacar un buen provecho de esta experiencia y de los vinos involucrados es importante contar con decantadores para las cosechas más viejas de modo que los vinos puedan apreciarse correctamente así como también respetar un orden ya sea creciente o decreciente pero siempre indicando cuales son los vinos más antiguos de modo que el catados pueda interpretar el color, los aromas y los sabores de cada muestra.

Entre las muchas conclusiones que permite sacar este tipo de catas está poder definir que tanto disfrutamos de los vinos añejos ya que muchos catadores se dejan guiar por la máxima que indica que un vino cuanto mas viejo mejor y luego se sorprender de los resultados.

*miembro de la Asociación Argentina de Sommeliers (www.aasommeliers.com.ar)